Ruben D'hers | Quebrada escondida | 2014

Quebrada escondida

RUBEN D’HERS

14 septiembre - 12 octubre 2014

Instrumentos, Motores y Paisajes Sonoros

Con sus instalaciones para instrumentos de cuerda y motores, Rubén D’hers obtiene algo único, algo que se sitúa entre la música y el paisaje sonoro.Para su más reciente instalación D’hers ha escogido instrumentos típicos de Suramérica como el cuatro, la mandolina y la guitarra. Si bien estos instrumentos pueden ser muy familiares para quienes visitan la instalación, su puesta en escena es todo menos típica y familiar. D’hers ubica cuidadosamente cada instrumento dentro del espacio, definiendo el contorno de la obra de manera concreta. Un pequeño motor suspendido por un cable encima de cada instrumento es ajustado de forma precisa para que active suavemente las cuerdas. Es la ambigüedad que se crea en esta puesta en escena que va de lo familiar a una disposición atípica, lo que primero que estimula nuestros sentidos. ¿Música o máquina?

Al mismo tiempo, somos seducidos por los sonidos de la instalación. Por un lado nos sumergimos en el detalle de los sonidos individuales con nuestra atención capturada por la acción de cada motor sobre las cuerdas; por otro lado, nos vemos inmersos en la totalidad del sonido resultante. Los sonidos de la instalación parecen envolvernos y definir el espacio: un espacio dentro de otro espacio. Somos conducidos por un fluir y un transcurrir orgánico de la atmósfera sonora.

La ausencia de cualquier ejecutante en el espacio intensifica la experiencia de un “fenómeno natural” y las afinaciones cuidadosamente arregladas de forma armónica están calculadas para remover tensiones propias de un discurso musical. Si bien hay una complejidad técnica en la realización de la obra, esta tiene un papel secundario aquí. Elementos técnicos como los cables son dispuestos para que tengan una cualidad orgánica, a los efectos de difuminar nuestras percepciones de naturaleza y tecnología.

Son precisamente estas ambigüedades las que hacen al trabajo de Rubén D’hers tan fascinante y atractivo: la ambigüedad entre música y paisaje sonoro. La ambigüedad entre el espacio físico en donde estamos y el espacio ficticio generado por la instalación. La ambigüedad entre nuestras percepciones de la tecnología y nuestras percepciones del mundo natural. ¿Es música o es paisaje sonoro? Tal vez sea ambos.

Robin Minard

 

 

Instruments, Motors and Soundscapes

With his installations for string instruments and motors, Rúben D’hers achieves somethingvery unique, something that lies between music and soundscape.

For his current installation, D’hers has chosen to use typical South American folk instruments such as cuatros, guitars and mandolins. While these instruments may be very familiar to those visiting the installation, their staging is certainly not. D’hers lays the instruments throughout the space, physically defining the outline of his work. A small automated motor is suspended by cable above each instrument and is precisely adjusted in height so as to lightly activate the strings. Upon entering the space, it is the ambiguity created by this staging of the familiar in an atypical setting that first stimulates our senses. Is this music or machine? At the same time, we are mesmerized by the sounds of the installation. On the one hand we are drawn into the detail of the individual sounds, our attention being captured by the action of each of the small motors moving on the strings. On the other hand, we find ourselves immersed in the totality of the resulting sound. The sounds of the installation seem to envelop us and define the space anew: a space within a space. We are carried away by the organic ebb and flow of the acoustic atmosphere.

The absence of any performers in the space intensifies the experience of a “natural phenomenon” and the carefully arranged harmonic tunings of the instruments are calculated to remove any tension of a musical presentation. While there is a good deal of technology involved in the realization of such a work, technology is secondary here. Technical elements such as wires are even arranged so as to take on an organic quality, effectively blurring our perceptions of nature and technology.

It is exactly these ambiguities that make Rúben D’hers work so fascinating and appealing: the ambiguity between music and soundscape; the ambiguity between the physical space we are in and the fictive space that is created by the installation; the ambiguity between our perceptions of technology and our perceptions of nature. Is this music or is it soundscape?

Perhaps it is both.

Robin Minard

Rubén D’Hers (Caracas, 1980) es un músico y artista sonoro venezolano, actualmente residenciado en Berlín. Su trabajo se enfoca en instalaciones sonoras y en contextos musicales cercanos a la improvisación. Ha mostrado su trabajo en lugares como el Heart of Noise festival en Austria (2014), Neues Museum Weimar (2012), Kein Akt - 48 Std Neukölln en Berlín (2012), WeArt Festival de Arte Contemporáneo y New Media en Barcelona, España (2012), el ZKM Institut für Musik und Akustik in Karlsruhe, Alemania (2011), Pure Data Convetion Berlin-Weimar (2011). En el 2013 recibió el premio LAB 30 Klangkunst Experimente en Augsburg, Alemania. Actualmente realiza el master Sound Studies en la Universidad de las Artes de Berlín, luego de haber estudiado Media Art & Design en la Bauhaus Universität Weimar en Alemania para especializarse en composición electroacústica y diseño de sonido.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Fotografías: Mariangeles Pacheco / Oficina#1