UNA PERFORMANCE DEDICADA A LA CENSURA

El Universal 22 Marzo de 2014

La periodista recibe de la galería una invitación del artista para dar cuenta de una performance. No hay más detalles. La reportera acepta.

 

Llegó el día y aún no recibe ningún tipo de instrucción. De entrada a la galería, el desconcierto la embarga. Se abren las puertas y su atención se centra en ese hombre encadenado, como muerto, en una esquina de la sala. Una mosca lo ronda.

 

El miedo y los nervios la embargan. A medida que se acerca para observarlo, nota que está descalzo, viste de negro, y su cara está cubierta. Parece condenado. Censurado. De su lenguaje corporal se desprende un mensaje: Debe callar.

 

Da la sensación de sentirse abrumado ante una realidad. Maniatado, de forma literal.

 

Su rostro lo cubren las noticias del día. Puede que sea una víctima. La cotidianidad lo golpea, de frente. La  primera página de los diarios locales está de luto. «Abatidos 4  hombres por el CICPC/Preso el alcalde de San Cristóbal/Delincuente abatido en fuga/ 31 muertos, 1617 detenciones y 36 días de protesta», son los titulares del día.

 

¿Faltan las palabras? Quizás no encuentran un espacio. Puede que tengan los días contados. Tal vez acaben como este hombre, desolados. Las voces se acallaron.

 

El artista se levanta. Se niega a hablar al respecto. Solo comenta: «Aquí está el rumor, que lo difundan los medios».

 

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