Revisiones Domésticas

Fabián Salazar

27 enero - 10 marzo 2013

El tintero de Fabián Salazar

« [...] lo que ha permanecido incomprendido retorna; como alma en pena, no descansa hasta encontrar solución y liberación»

Sigmund Freud  en Más allá del principio del placer (1920)

 Manchas. Azul de metileno. Hematoxilina. Pap – mart. Tejidos. A primera vista, la muestra Revisiones domésticas del joven artista marabino Fabián Salazar podría remitirnos a una imaginaria escena del crimen y al quirófano en el que reposa la víctima. Entonces, valdría la pena preguntarse quién es el extinto. Lo cierto es que no hay ninguno aparente.

La segunda individual de Fabián en su corta carrera nos permite identificar una línea de trabajo que, partiendo del arte contemporáneo, nos plantea una exploración conceptual  a través textiles y pigmentos sobre temas como el matriarcado, la herencia y la ambigüedad. Hay aquí una mirada de lo pequeño, de aquello que nos trasciende.

Con una economía de recursos, que no es austeridad, Fabián construye un discurso marcado por hechos opuestos: línea-mancha, textil-papel, collage-pintura, dibujo-acuarela, mancha-dibujo; y la repetición como lenguaje, que viene cargada de ciertas perturbaciones.

Este carácter cíclico se relaciona con la figura predominante de la muestra: el óvulo, y con ella, la idea de nacimiento. El uso de la forma está marcado por la ingenuo, lo primitivo. En este sentido, varias de las piezas tienen tapas y contratapas de libros como soporte, en las que se revela una relación con el objeto que se de-construye y una superposición de texturas, colores y patrones que hablan nuevamente de reproducción. Una en particular posee una tejedura que nos evoca el trabajo de la extraordinaria Gego.

Por otra parte, la gran mayoría de los dibujos son perspectivas forzadas, que revelan los inconclusos estudios de arquitectura del artista.

Meticuloso, y con una visión casi microscópica de sus intereses, Fabián nos presenta ésta vez una obra colmada de intelectualidad y simulación.

I. Lo femenino

Interesado en los sistemas familiares, Salazar aborda el tema con un especial anclaje en la figura de la madre. Historias del continente oscuro, de Ana Teresa Torres, y La hora menguada, de Rómulo Gallegos, fueron lecturas influyentes que marcaron su proceso. Y si rescatamos el dato biográfico de que su progenitora es forense anatomopatólogo, encontramos el porqué de su estrecha relación con los pigmentos.

Hay también en Revisiones domésticas una aproximación al cuerpo femenino. Y entre las muchas formas ovulares que se repiten, varias lucen desgarradas, indicándonos cierta violencia. Se expone al óvulo como posibilidad e idea de ciclo. Símbolo de creación y también de destrucción. La madre que da vida, pero que también la quita.

Fabián también se vale de técnicas como el bordado ―muy asociado al mundo de las matriarcas― para hablarnos de la herencia, y del interés que persiguen muchas formas de arte contemporáneo en apropiarse de algunos rituales ancestrales.

La ausencia de colores primarios en casi toda la obra, nos remite de nuevo al cuerpo, pero con una sutileza femínea, que a su vez podría apelar al concepto de ánima de Carl Jung, que no es otro que la búsqueda de lo femenino en el hombre.

II. Múltiples retornos

Freud hablaba en Más allá del principio del placer (1920) de la compulsión a la repetición. La psique nos lleva a repetir situaciones  a lo largo de la vida para integrarlas, sacarlas del inconsciente.

La obra de Fabián luce totalmente benigna, aparentemente no pasa nada; sin embargo, la repetición nos da indicios de una huella y de la necesidad de volver a ella. Pareciera haber en esta reiteración una especie de tarea, de terapia. ¿Es ésta una transición del ser?

III. Simulación

Quizás éste sea el principal hilo conductor de Revisiones domésticas. Hay una simulación experimental para crear una conexión con aquello que sí existe. La referencia está clara con las dos vulvas teñidas, que parecen enfrentarse. También hay algunas formas deconstruidas ―la mayoría asociadas al cuerpo― que tienen este propósito.

En otros casos no se trata específicamente de aparentar, sino de improvisar. Sus bordados son una prueba de ello. Por encima de todo, existe la intención de simular para separarse del objeto. La  muestra apenas ofrece la posibilidad de intuir al artista.

¿Qué busca el creador que marca distancia de su propia obra? Es esta ambigüedad uno de los elementos más fascinantes de la exposición que inicia el año expositivo de Oficina # 1.

José Luis Ávila

Sobre el artista

Simulaciones de la herencia fue el nombre de su primera individual, en la galería Al Borde de Maracaibo, a finales de 2012. También formó parte del catálogo de artistas de la primera edición de CACRI, Caracas Arte Contemporáneo, en julio del mismo año. Posee un diplomado de arte, arquitectura y diseño, de la Universidad del Zulia, y actualmente cursa el sexto semestre de la mención pintura en la Facultad Experimental de Artes (FEDA) de la misma casa de estudios.

Fabián Salazar (Maracaibo, estado Zulia, 1989). Realizó estudios de Arquitectura y Diseño en la Universidad del Zulia, y actualmente estudia en la Facultad Experimental de Artes en la misma casa de estudios. Cursó el diplomado de Arte, Arquitectura y Diseño (FAD) de la Universidad del Zulia. En 2012 realizó su primera exhibición de manera individual titulada “Simulaciones de la herencia” en el espacio independiente AlBorde de Maracaibo. Entre las exposiciones colectivas donde ha participado destacan: Colectivo du+all, propuestas emergentes, sala expositiva Gabriel Bracho (tranvía de Maracaibo, 2012); CACRI, por Al Borde (Caracas, 2012); VIII Salón de Artistas Emergentes (CEVAZ Gallery, Maracaibo, 2012); VI Encuentro de Jóvenes con Fiamm (Maracaibo, 2011); “fetiche y eutanasia”, Velada de Santa Lucia (Maracaibo, 2009). Ha obtenido varias distinciones y reconocimientos, entre ellos: tercer lugar por la obra “los hombres temen más el sexo que las mujeres“, en “ilustremos monstruos“, MACZUL (Maracaibo, 2012); primer lugar categoría jóvenes en el II Salón de Arte para Niños y Jóvenes, Centro Venezolano Americano del Zulia (Maracaibo, 2006); segundo premio de pintura de la categoría estudiantil, primer concurso “Maracaibo color y feria” (Maracaibo, 2005).